Todos tenemos un amor escondido en algún lugar.
Algunos en una carta, en un poema, en un mensaje o en un libro quizás
Otros lo tenemos atravesado en los oídos, incrustado en una oración, reposando en los pétalos de una flor
Todos tenemos un amor y algunos lo escondemos entre el viento y el arroyo, entre los cedros y los helechos, entre los nardos y los cardones
Lo escondemos en un : Cuídate mucho, ¿Cómo sigues? ¿Ya comiste? Avísame cuando llegues. Lo dejamos entreverse en los: Vi esto y me acordé de ti, esta canción me hace pensarte, se que te gusta este pan por eso te lo traje
Todos tenemos un amor que no se va, que siempre aparece aunque a veces se crea pérdido, regresa tarde o temprano y corremos a sus brazos a refugiarnos. Y a veces los brazos no son brazos humanos, a veces son patitas peludas o pinceles, a veces son papel y pluma, musica, un pastel recién horneado, un domingo por la tarde tirado en el pasto, un camino, un bosque, un huerto, un espacio.
Todos llevamos dentro del pecho un amor escondido que nos hace ser felices, que nos deja sentirnos vivos …
Luis Peraita