https://elpais.com/internacional/2019/07/28/actualidad/1564322172_549431.html
La última vez que vi a Retamar, si es que no se trataba de un fantasma, fue hace casi tres meses. Me habían invitado a la feria del libro de Santo Domingo. Entré a un restaurante y él estaba sentado en una de las mesas con más comensales. Fue una presencia incómoda, no me gusta estar en un lugar donde hay gente que trabaja para el estado cubano. Transpiran miedo, son recelosos, siempre tienen que cuidar sus palabras. Todo eso puede olerse si uno tiene el olfato indicado. Es como recordar cuál era tu olor años atrás.
Zoe